45 niños de Salamanca cumplieron el sueño de volar

El aeródromo Las Brujas de Salamanca fue el escenario escogido para que 45 niños de la organización TEA de Salamanca, la escuela especial Holanda, escuela el Tambo y escuela de Tahuinco pudieran vivir la experiencia de volar.
 
«Veníamos hace bastante tiempo viendo la forma de cómo acercar nuevamente la aviación civil a la comuna de Salamanca, y en conjunto con el Club Aéreo de La Serena y de Ovalle, con apoyo de la Federación Aérea de Chile y también del municipio de Salamanca, más otras empresas privadas de la comuna, organizamos vuelos para alrededor de 45 niños, en donde también hubo vuelos demostrativos de algunas aeronaves en especial y otros acrobáticos», relata Cristian Rondanelli, organizador del evento.

Comenta además que «esto viene netamente desde que mi padre era piloto civil y él organizaba estas actividades en Salamanca, mi abuelo también las organizó en algún minuto, igual siendo piloto civil, y ahora quisimos poder cumplir el sueño de conquistar los cielos de nuestra comuna con niños de la organización TEA de la Escuela Especial Holanda, de la escuela Berta Hidalgo Barahona de Tauinco y del Tambo», añade.

De la experiencia, señala que «es algo muy bonito porque es hacer memoria y brindarle un homenaje póstumo a mi padre, quien fallece el año 2016 de forma repentina, así es que creo que realizar este tipo de actividades es tremendamente relevantes, la organización TEA se encontraba muy emocionada de ver como los niños interactuaban de mejor manera y como ellos le planteaban a la presidenta y sus papás que va a tener una experiencia inolvidable para toda su vida y creo que eso es lo relevante de aquello».

«Estamos muy contentos de poder haber realizado esta actividad, donde se congregó mucha gente y que además contó con todos los apoyos antes mencionados». Sobre la experiencia que vivieron los niños, Estefani Villalobos, presidenta de TEA de Salamanca, comenta que «nuestros niños no son muy expresivos, pero comentaban que era la mejor experiencia de sus vidas y que nunca lo olvidarán». Relata que «al menos dos de ellos quieren ser pilotos después de esta experiencia, a los más calladitos los vi hablando mucho, dando entrevistas y haciendo amigos. Sin duda una experiencia que los marcará».

«Teníamos miedo por el tiempo de espera, pero lo pudimos controlar, todos subieron sin problemas, los vi alegres, vi risas que nunca antes había visto. Agradecemos por darles la oportunidad de vivir esta experiencia en un día tan importante para nosotros».
 
Fuente: Diario La Región de Coquimbo.